Seminario de grado impartido en el primer cuatrimestre de 2020 en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires a cargo de la Dra. Verónica Kretschel y del Dr. Andrés M. Osswald.
Presentación:
En términos generales, puede decirse que mientras el método estático se orienta a captar, mediante un análisis de las vivencias, la estructura esencial de los fenómenos que se presentan como un hecho consumado, la perspectiva genética intenta develar la «historia» de la conciencia y sus correlatos, de manera tal que tanto el sujeto como el objeto se revelan como el resultado de un proceso de génesis. En este sentido, la perspectiva «estática» puede pensarse como, por un lado, un análisis constitutivo que se ocupa de «cómo» algo nos es dado o de los «modos» en que algo se nos da, por otro, como un intento por captar las estructuras esenciales de lo dado. Por tanto, una investigación estática puede ocuparse de la interacción entre las intenciones vacías y el cumplimiento, el carácter intencional de un objeto, las cualidades noéticas de un acto o de la relación estructural entre el polo noético y el polo noemático de la conciencia. En esta orientación estructural o formal de los análisis estáticos debe buscarse la razón por la cual aún los estudios sobre el tiempo del curso de 1904/1905 no constituyen una indagación genética pues allí Husserl, pese a encontrar en la síntesis del tiempo la estructura última de la conciencia, hace abstracción del contenido de lo que dura en el tiempo inmanente para centrarse exclusivamente en el fenómeno de la duración. Por esta razón, afirmará en el curso de lógica genética de 1920/1921 (publicado luego como Analysen zur passiven Synthesis) que, si bien la conciencia del tiempo es el lugar originario de la constitución de la unidad de la identidad u objetividad, ella no es más que una “forma general”. Es decir, es condición de posibilidad de todo objeto en tanto duración pero nada nos dice acerca de la constitución del contenido de aquello que dura. En este sentido, el Husserl de los años veinte interpretará que el análisis intencional de la conciencia del tiempo tal como fue emprendido en las Lecciones de fenomenología de la conciencia interna del tiempo es un «análisis abstracto». Si el análisis estático se caracteriza por ser «formal» y «abstracto», el análisis genético estará orientado a indagar los procesos que hacen posible la constitución del contenido y que pueden explicar el desarrollo de la subjetividad como un ser concreto. El interés por el contenido del tiempo lleva a Husserl a indagar las «síntesis de asociación» que hacen posible que el pasado de la conciencia se relacione, por un lado, con su momento presente y, por otro, con el futuro que comienza a pensarse como predelineado por la experiencia pasada. A su vez, se interroga por la constitución del material sensible que tiene lugar en el presente viviente y sobre el que ha de volverse el yo. Esto significa que la conciencia se determina a sí misma en virtud de su propia experiencia lo que implica, a su vez, una redifinición de la subjetividad fenomenológica.
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